Lesión aguda de isquiotibiales
Dolor agudo en los músculos isquiotibiales

Las lesiones agudas de los isquiotibiales suelen producirse durante el ejercicio. Todo el mundo conoce la imagen de un futbolista o un atleta agarrándose repentinamente la parte posterior del muslo durante un sprint. El sprint se detiene inmediatamente y el atleta cae al suelo o cojea hasta detenerse.

parte superior de la pierna muslo músculo isquiotibial semimembranosis bíceps femoral semitendinoso tubérculo isquiático

En esta sección describimos la lesión aguda de isquiotibiales. Si no hay ninguna acción evidente durante la cual se iniciaran los síntomas, esto podría apuntar a una lesión no aguda de los isquiotibiales.

Descripción de la afección

Cuando hablamos de los "isquiotibiales", en realidad nos referimos a un grupo de 3 músculos. Estos músculos están situados en la parte posterior del muslo y conectan el isquión (tuberosidad isquiática) con la parte inferior de la pierna. Las funciones principales son la flexión de la rodilla y la extensión de la cadera. Los músculos que forman los isquiotibiales se denominan "semimembranoso", "semitendinoso" y "bíceps femoral".

En una lesión aguda de isquiotibiales, una o varias fibras del músculo isquiotibial se desgarran. El desgarro suele producirse en la transición de músculo a tendón. Estas pueden encontrarse en ambos extremos del músculo, donde el tejido tendinoso rígido y resistente se transforma en tejido muscular más blando. El músculo que suele lesionarse con más frecuencia es el "bíceps femoral".

Un desgarro muscular va acompañado de hemorragia. Si se desgarran muchas fibras, puede aparecer una zona azul y oscura en la parte posterior del muslo. En los casos graves en los que se desgarra todo el músculo, se habla de rotura completa.

Causa y origen

Los síntomas pueden aparecer al esprintar, cuando se está preparando para esprintar o al reducir la velocidad tras un esprint. Los deportes que implican saltos y patadas también suponen un mayor riesgo. El desgarro de los isquiotibiales provoca un dolor agudo a lo largo de la parte posterior del muslo, tras el cual generalmente no se puede continuar con la actividad deportiva.

El riesgo de sufrir una lesión en los músculos isquiotibiales durante el ejercicio aumenta con la edad. Además, hay una serie de factores que aumentan el riesgo de sufrir una lesión de isquiotibiales. Los factores más importantes son: alteración del equilibrio muscular, fatiga muscular, músculos isquiotibiales cortos, estiramiento inadecuado y lesiones previas de los isquiotibiales.

Signos y síntomas

  • Dolor agudo a lo largo de la parte posterior del muslo, que generalmente se produce durante el ejercicio.
  • Flexionar la rodilla usando resistencia es doloroso. El dolor también puede sentirse al correr y esprintar.
  • El estiramiento del músculo es doloroso (tocar los dedos de los pies con las manos manteniendo las rodillas rectas para estirar los isquiotibiales).
  • Si se desgarran muchas fibras, se podría tener la sensación de que le han arrancado parte del músculo de un bocado durante la exploración.
  • La rotura es sensible al tacto.
  • Pérdida de fuerza.
  • El músculo afectado puede contraerse y provocar una sensación de calambre.
  • Dado que los músculos isquiotibiales se unen a los isquiones, los síntomas también pueden experimentarse al sentarse, ya que esto ejerce presión sobre las estructuras dañadas.


Si se produce una hemorragia, se podrá ver una zona azul y oscura (hematoma) a lo largo de la parte posterior del muslo. Esto puede percibirse como un engrosamiento de la pierna. Con el tiempo, el hematoma se desplazará hacia abajo. Esto se debe simplemente a la gravedad.

Diagnóstico

Tratamiento

La recuperación dura una media de 6 a 8 semanas. Esto puede ser ligeramente más corto para una distensión leve. Sin embargo, una rotura completa de isquiotibiales, en la que el músculo se desgarra o se separa por completo, requerirá cirugía. En ese caso, la recuperación puede requerir hasta 3 meses. Se recomienda la intervención quirúrgica en el plazo de una semana.

Tras un periodo de reposo, el músculo debe entrenarse con cuidado. Si esto no se hace correctamente, el riesgo de recaída es muy alto. El fisioterapeuta puede guiarle durante todo el proceso, desde el inicio de la lesión hasta la reanudación de la actividad deportiva.

La lesión de isquiotibiales es una lesión persistente. Incluso después de que la lesión se haya curado, sigue siendo una zona vulnerable. Por lo tanto, es importante escuchar atentamente al propio cuerpo y no seguir con los síntomas como si nada.

Ejercicios

Con una lesión aguda de isquiotibiales, es importante no entrenar demasiado fuerte de inmediato. La primera fase de la lesión debe centrarse principalmente en el reposo y ejercicios ligeros. Vea aquí el programa de ejercicios con ejercicios para la lesión aguda de isquiotibiales.


Puede comprobar sus síntomas mediante el reconocimiento fisioterapéutico en línea o pedir cita en una consulta de fisioterapia de su zona.

Referencias
Heiderscheit, B.C., Sherry, M.A., Silder, A., Chumanov, E.S. & Thelen, D.G. (2010). Hamstring strain injuries: recommendations for diagnosis, rehabilitation and injury prevention. J Orthop Sports Phys Ther. 2010 Feb;40(2):67-81.
Hibbert, O., Cheong, K., Grant, A., Beers, A. & Moizumi, T. (2008). A systematic review of the effectiveness of eccentric strength training in the prevention of hamstring muscle strains in otherwise healthy individuals. N Am J Sports Phys Ther. 2008 May;3(2):67-81.
Petersen, J. & Hölmich, P. (2005). Evidence based prevention of hamstring injuries in sport. Br J Sports Med. 2005;39:319-323.

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