Miositis osificante
Crecimiento óseo en un músculo

Cuando se forma hueso en un músculo, se habla de miositis osificante. Suele ser el resultado de una contusión muscular en la que un hematoma se convierte en tejido óseo. Un hematoma grande, tras una contusión muscular, puede provocar una miositis osificante en un 10 a 20 % de los casos.

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La miositis osificante puede producirse en cualquier músculo, pero es más frecuente en la zona del muslo tras caerse sobre él o, por ejemplo, después de recibir una patada en el muslo. Por lo tanto, es relativamente frecuente en personas que practican deportes de contacto.

Descripción de la afección

La miositis osificante es un trastorno en el que una contusión muscular provoca la formación local de tejido óseo en dicho músculo. Tras sufrir una contusión (grave), se desarrolla un hematoma en el músculo. El organismo responde iniciando una reacción inflamatoria en el músculo (miositis). Esto puede causar calor, enrojecimiento, dolor e hinchazón. Esta reacción inflamatoria asegura el inicio del proceso de recuperación y la eliminación del hematoma. La mayoría de las veces, esto ocurre bastante rápido y las molestias se disipan en pocas semanas. Pero éste no es el caso con la miositis osificante, aquí. el hematoma se calcifica y forma un pequeño trozo de hueso. Este proceso se denomina osificación.

En principio, el trastorno puede desarrollarse en cualquier persona y a cualquier edad. Sin embargo, la miositis osificante se observa sobre todo en hombres jóvenes de entre 20 y 30 años que practican deportes de contacto.

Causa y origen

El hueso suele formarse en los músculos tras una contusión muscular como resultado de un traumatismo por contacto. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en el campo de fútbol al recibir un "rodillazo" en el muslo. Sin embargo, también existe una causa más rara de miositis osificante. En realidad, esta también puede desarrollarse en alguien que tiene dificultades para moverse. Por ejemplo, debido a un coma o a la parálisis de una parte del cuerpo.

La mayoría de las veces, una contusión muscular se cura con relativa rapidez y sin problemas. Sin embargo, en el caso de la miositis osificante ocurre algo particular. El hematoma resultante se convierte gradualmente en tejido óseo. Este proceso comienza aproximadamente una semana después de la contusión muscular y finaliza entre seis y siete semanas después. La causa de este trastorno es desconocida y la gravedad de las dolencias puede variar enormemente en función de la localización y el tamaño de la lesión.

Aunque se desconoce la causa, hay una serie de factores que aumentan el riesgo de desarrollar miositis osificante. La probabilidad aumenta a medida que la contusión es más grave y la movilidad de la articulación, por donde discurre el músculo, se ve fuertemente reducida. El masaje y el calor inmediatamente después de la lesión también pueden estimular la formación ósea. Se desconoce por qué algunas personas desarrollan este trastorno y otras no.

Signos y síntomas

  • Hinchazón dura en el músculo
  • Dolor más fuerte por la noche, al o después de levantarse y durante la actividad.
  • Limitación de la amplitud de movimiento que va en aumento
  • (Visible) hematoma.

Diagnóstico

El médico o fisioterapeuta le preguntará acerca de este problema. En el caso de la miositis osificante, los síntomas suelen aparecer tras una contusión muscular que no mejora en dos semanas. Durante la exploración física, se puede palpar un bulto duro y doloroso en el músculo y la movilidad de la(s) articulación(es) por donde discurre el músculo está reducida. En una fase temprana, una radiografía no muestra anomalías, pero el trastorno se hace visible al cabo de tres o cuatro semanas. Una ecografía sí muestra el trastorno en una fase algo más temprana.

Tratamiento

Cuando parece tratarse de una miositis osificante, poco se puede hacer para favorecer la recuperación. [Es un trastorno que suele desaparecer espontáneamente. El cuerpo necesita algún tiempo para descomponer el exceso de hueso recién formado. Este proceso comienza entre la sexta y octava semana después de la contusión muscular.

La progresión es lenta y puede durar meses o hasta un año. En otras palabras, el tratamiento consiste sobre todo en reposo y paciencia. Una pequeña parte del tejido óseo puede permanecer en el músculo. Por suerte, esto no provoca necesariamente dolencias permanentes.

Para mantener flexibles las articulaciones y los músculos de la parte del cuerpo afectada, se aconseja realizar ejercicios de movilidad sencillos y mantenerse dentro del umbral del dolor. Se desaconsejan los masajes, los ejercicios de estiramiento y las actividades intensivas.

Ejercicios


Puede comprobar sus síntomas mediante el reconocimiento fisioterapéutico en línea o pedir cita en una consulta de fisioterapia de su zona.

Miositis osificante brazo

Referencias
Brukner, P. & Khan, K. (2010). Clinical sports medicine. McGraw-Hill: Australia. 3e druk.
Brukner, P. & Khan, K. (2016). Clinical sports medicine (Nederlandse bewerking). 4th edition. Michel van Troost. PreVision, Eindhoven.
Nugteren, K. van & Winkel, D. (2012). Onderzoek en behandeling van sportblessures. Onderste extremiteit. Houten: Bohn Stafleu van Loghum.
Torrance, D. A. & deGraauw, C. (2011). Treatment of post-traumatic myositis ossificans of the anterior thigh with extracorporeal shock wave therapy. J Can Chiropr Assoc 2011; 55(4).
Verhaar, J.A.N. & Linden, A.J. van der (2005). Orthopedie. Houten: Bohn Stafleu van Loghum.

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